A los lectores que por cualquier motivo no se han dado por enterados, me permito informarles que el día de ayer 17/09/2009 en la sección de Economía de el Periódico edición impresa, salio la siguiente nota que a continuación traslado íntegramente:
“SOCIEDADES ANÓNIMAS
La Superintendencia de Bancos y el Registró Mercantil preparan una iniciativa de ley para obligar a las empresas a tener acciones nominales y eliminar la figura de sociedades anónimas”
Antes de trasladar esta información me he dado a la tarea de investigar por los medios a mi alcance para ahondar en el tema, mas sin embargo no fue posible encontrar mayor información relacionada con dicha nota. A quienes tengan o sepan sobre esta iniciativa, agradeceré de sobremanera hagan publica la dirección o medio donde se puede obtener la misma.
Es importante recordarles que desde hace 2 años este tema también fue puesto a discusión, sin embargo, ya no se supo mas de ello y en esa oportunidad se sugirió que en vez de entranpar el desarrollo, este debiera facilitarse para atraer más inversión al país; hoy nuevamente se vuelve a lo mismo. ¿Cuál es el objetivo o interés de eliminar esta figura?
A continuación lo que se sugirio en ese entonces:
“¿Supresión de la sociedad anónima?
El desarrollo empresarial debe facilitarse.
Por: Mario Fuentes Destarac
En recientes declaraciones, el diputado Mariano Rayo, presidente de la Comisión de Economía del Congreso, dijo que, para la prevención del lavado de activos, debe suprimirse la figura de la sociedad anónima en el ordenamiento jurídico mercantil guatemalteco, extremo que me parece una desafortunada ocurrencia que no puede ni debe tomarse en serio.
La sociedad anónima es la forma de organización de las empresas mercantiles cuyo capital de riesgo se obtiene mediante la venta de acciones. Los beneficios (utilidades) que genera la sociedad anónima (descontados los recursos destinados a ampliar la capacidad productiva, cubrir las reservas requeridas y pagar los salarios de los empleados, los gastos de operación y financieros, así como los impuestos que decreta el Estado) se reparten entre los accionistas bajo la modalidad del dividendo por acción.
La responsabilidad patrimonial de los accionistas se limita al capital que representan las acciones, es decir que el límite de su eventual pérdida se reduce al monto de lo que efectivamente aportaron. Las decisiones son adoptadas democráticamente por la asamblea de accionistas, y la administración le corresponde a la junta directiva y a la gerencia.
La sociedad anónima es una empresa esencialmente capitalista y no personalista, porque lo que importa es el capital que se aporta y no la persona que lo aporta. De ahí viene que los accionistas no tengan responsabilidad personal por las operaciones sociales y la tradición del anonimato de las fuentes de capital.
Este tipo de sociedad mercantil surge cuando el desarrollo de las fuerzas productivas llegó a la etapa en que las empresas, sobre todo aquéllas que requerían importantes suministros de capital, se abrieron a los poseedores de los recursos dinerarios y no dinerarios, indispensables para cumplir con los objetivos y proyectos empresariales, y los hicieron partícipes de la empresa. De suerte que la sociedad anónima facilita y formaliza la convergencia de empresarios y recursos para el éxito del proyecto a desarrollarse.
La sociedad anónima también origina y es la base de los mercados de valores del mundo, especialmente de los mercados de capitales, en los que se cotizan y subastan acciones, es decir, propiedades financieras en revaluación y devaluación perenne, con rendimientos variables. Además, las inversiones productivas transnacionales se hacen a través de consorcios, que operan bajo la modalidad de sociedad anónima, cuyas acciones se cotizan en bolsa.
En el mundo rige la economía de mercado y, lejos de desalentarse el desarrollo empresarial y las inversiones productivas, deben facilitarse. Asimismo, la prevención del lavado de activos es una cuestión que debe suponer control, pero jamás matar la gallina de los huevos de oro.”
Esta nota fue tomada de la siguiente dirección
24/09/2007
“SOCIEDADES ANÓNIMAS
La Superintendencia de Bancos y el Registró Mercantil preparan una iniciativa de ley para obligar a las empresas a tener acciones nominales y eliminar la figura de sociedades anónimas”
Antes de trasladar esta información me he dado a la tarea de investigar por los medios a mi alcance para ahondar en el tema, mas sin embargo no fue posible encontrar mayor información relacionada con dicha nota. A quienes tengan o sepan sobre esta iniciativa, agradeceré de sobremanera hagan publica la dirección o medio donde se puede obtener la misma.
Es importante recordarles que desde hace 2 años este tema también fue puesto a discusión, sin embargo, ya no se supo mas de ello y en esa oportunidad se sugirió que en vez de entranpar el desarrollo, este debiera facilitarse para atraer más inversión al país; hoy nuevamente se vuelve a lo mismo. ¿Cuál es el objetivo o interés de eliminar esta figura?
A continuación lo que se sugirio en ese entonces:
“¿Supresión de la sociedad anónima?
El desarrollo empresarial debe facilitarse.
Por: Mario Fuentes Destarac
En recientes declaraciones, el diputado Mariano Rayo, presidente de la Comisión de Economía del Congreso, dijo que, para la prevención del lavado de activos, debe suprimirse la figura de la sociedad anónima en el ordenamiento jurídico mercantil guatemalteco, extremo que me parece una desafortunada ocurrencia que no puede ni debe tomarse en serio.
La sociedad anónima es la forma de organización de las empresas mercantiles cuyo capital de riesgo se obtiene mediante la venta de acciones. Los beneficios (utilidades) que genera la sociedad anónima (descontados los recursos destinados a ampliar la capacidad productiva, cubrir las reservas requeridas y pagar los salarios de los empleados, los gastos de operación y financieros, así como los impuestos que decreta el Estado) se reparten entre los accionistas bajo la modalidad del dividendo por acción.
La responsabilidad patrimonial de los accionistas se limita al capital que representan las acciones, es decir que el límite de su eventual pérdida se reduce al monto de lo que efectivamente aportaron. Las decisiones son adoptadas democráticamente por la asamblea de accionistas, y la administración le corresponde a la junta directiva y a la gerencia.
La sociedad anónima es una empresa esencialmente capitalista y no personalista, porque lo que importa es el capital que se aporta y no la persona que lo aporta. De ahí viene que los accionistas no tengan responsabilidad personal por las operaciones sociales y la tradición del anonimato de las fuentes de capital.
Este tipo de sociedad mercantil surge cuando el desarrollo de las fuerzas productivas llegó a la etapa en que las empresas, sobre todo aquéllas que requerían importantes suministros de capital, se abrieron a los poseedores de los recursos dinerarios y no dinerarios, indispensables para cumplir con los objetivos y proyectos empresariales, y los hicieron partícipes de la empresa. De suerte que la sociedad anónima facilita y formaliza la convergencia de empresarios y recursos para el éxito del proyecto a desarrollarse.
La sociedad anónima también origina y es la base de los mercados de valores del mundo, especialmente de los mercados de capitales, en los que se cotizan y subastan acciones, es decir, propiedades financieras en revaluación y devaluación perenne, con rendimientos variables. Además, las inversiones productivas transnacionales se hacen a través de consorcios, que operan bajo la modalidad de sociedad anónima, cuyas acciones se cotizan en bolsa.
En el mundo rige la economía de mercado y, lejos de desalentarse el desarrollo empresarial y las inversiones productivas, deben facilitarse. Asimismo, la prevención del lavado de activos es una cuestión que debe suponer control, pero jamás matar la gallina de los huevos de oro.”
Esta nota fue tomada de la siguiente dirección
24/09/2007
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